Por Riamny Méndez**
La misión de un periodista es contar lo que ocurre a su alrededor de la mejor forma que le sea posible, apegado a la verdad que ven sus ojos y le dicta su razón. Están en lo cierto quienes piensan que el periodismo no es un oficio objetivo ni neutral.
Los periodistas somos, técnicas de redacción aparte, muy subjetivos al tomar los trozos de realidad que colocamos en un reportaje y más subjetivos aún cuando decidimos en el lugar que pondremos cada pieza del mosaico.
Así que lo mejor que puede tener un periodista es la honestidad de no mentir de forma deliberada para promover su verdad, por muy justa que parezca y de dar a cada grupo en conflicto la oportunidad de ser escuchado, de mostrar sus razones para que sean confrontadas con los hechos.
Vianco Martínez es ese periodista ejemplar que, cargado de razones y de una redacción asombrosa, tiene esa clase de honestidad profesional que atrae a otros colegas, quienes le consultan cuando tienen profundas dudas éticas al escribir sobre alguna historia conflictiva. (No confío en quienes nunca tienen dudas sobre la ética en una profesión tan delicada).
Algunos y algunas hemos charlado seriamente con Vianco cuando nuestras creencias se confrontan con la realidad o cuando debemos decidir si seguir o no en una empresa porque pensamos que, tal vez, de continuar allí podríamos ser arrasados en el lodazal.Y Vianco, que periodista bueno al fin, no se cree sicólogo ni cura de pueblo, sino contador de historias, se limita a escucharnos. Nos entrevista sobre las razones y las sinrazones que nos aturden, nos interroga sobre nuestras motivaciones, nos confronta con nuestros deseos y nuestra ética.
Hasta que no tenemos más remedio que tomar una decisión, conscientes de todas sus implicaciones, sin que él emita ninguna opinión. Nadie como él para respetar la libertad de un reportero, para aceptar incluso sus desaciertos.
Fue a ese periodista al que los espalderos de Saymon Díaz echaron a empujones del Teatro Nacional. A ese es al Vianco al que no se le ha hecho justicia en los tribunales. Y sin embargo, si no hubiera sido a ese Vianco, sino a otro periodista, estoy segura de que Vianco habría sido el primero en dar la voz de alerta, en escribir la historia, en denunciar el abuso, fiel a la ética y a las razones de nuestro oficio. Fiel a la solidaridad.
*El artículo "Vianco Martínez, ese periodista ejemplar", escrito por Riamny Méndez, es el décimo de una serie que estamos haciendo en este blog, a manera de conteo regresivo hasta el 23 de agosto cuando se cumple un año del atropello contra Vianco Martínez. **Riamny Méndez es periodista y en la actualidad trabaja en el semanario Clave. Su blog Libertariedades tiene la dirección http://www.riamnymendez.blogspot.com/. La foto que ilustra este artículo la hizo en La Vega, en un acto de premiación al que acudió solidario como siempre, el amigo y colega que hoy respaldamos.
domingo, 16 de agosto de 2009
Vianco Martínez, ese periodista ejemplar*
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