El 22 de septiembre de 2008, un mes después del agravio que los espalderos de Saymond Díaz cometieron contra Vianco, el periodista Alexéi Tellerias* publicó en su blog un artículo intitulado
"Vianco me llamó ese día".
Aquí reproducimos un fragmento de la solidaridad de Alexéi con un periodista con el que se ha sentido "orgulloso de compartir profesión". La versión completa: está en http://catarsisdiaria.wordpress.com/2008/09/22/vianco-me-llamo-ese-dia/
Vianco llamó y -entre otras cosas que no vienen al caso- estuvimos comentando sobre el Festival de Poesía en la Montaña. Me dijo que él no se considera poeta, pero que iba “a escuchar a los que realmente saben de eso”. Que, aunque él siempre había tratado de incluir rasgos de poesía en sus crónicas, mejor se iba a un rinconcito a disfrutárselo completo. Le dije que nos veríamos allá y que estaba contento de contar con su presencia durante el performance que iba a hacer.
Eso fue el mismo día que ocurrió lo que ya todos conocemos. Esa noche, a Vianco Martínez se le vejó por ejercer su trabajo. No tengo que entrar en detalles, puesto que mucho se ha hablado del asunto.
Esa noche quedó marcado que Vianco no pudiese ir la semana siguiente a Jarabacoa y empezase una jornada digna de los salmones (por aquello de nadar contra corriente) en defensa suya y de nuestra clase.
*Alexéi Tellerías es periodista de la sección La Vida, del periódico Listín Diario
"Vianco me llamó ese día".
Aquí reproducimos un fragmento de la solidaridad de Alexéi con un periodista con el que se ha sentido "orgulloso de compartir profesión". La versión completa: está en http://catarsisdiaria.wordpress.com/2008/09/22/vianco-me-llamo-ese-dia/
Vianco llamó y -entre otras cosas que no vienen al caso- estuvimos comentando sobre el Festival de Poesía en la Montaña. Me dijo que él no se considera poeta, pero que iba “a escuchar a los que realmente saben de eso”. Que, aunque él siempre había tratado de incluir rasgos de poesía en sus crónicas, mejor se iba a un rinconcito a disfrutárselo completo. Le dije que nos veríamos allá y que estaba contento de contar con su presencia durante el performance que iba a hacer.
Eso fue el mismo día que ocurrió lo que ya todos conocemos. Esa noche, a Vianco Martínez se le vejó por ejercer su trabajo. No tengo que entrar en detalles, puesto que mucho se ha hablado del asunto.
Esa noche quedó marcado que Vianco no pudiese ir la semana siguiente a Jarabacoa y empezase una jornada digna de los salmones (por aquello de nadar contra corriente) en defensa suya y de nuestra clase.
*Alexéi Tellerías es periodista de la sección La Vida, del periódico Listín Diario
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